Has venido a saltarme a la carrera
las trampas que interpuse en mi defensa;
nada nos puso aquí, en esta inmensa
inocencia primera.
Afuera se hace el mundo y no es afuera
y el mundo se hace solo y se compensa;
saltaron las alarmas en la tensa
y fructuosa espera.
Has venido a encontrar lo que era tuyo,
has reclamado el nombre que mereces
y te ha sido otorgada la memoria.
Dormías al arrullo
de otras voces lejanas, de otras veces:
has despertado al mar, ahora haz la historia.