Bien podría escribir lo que me callo,
pero el silencio es fuente y permanece;
no todo pensamiento se merece
la impresión, la mirada, el justo rayo.
He llegado a pensar que, en este ensayo
de vida que vivimos, anochece
y el día que despunta no obedece
al ruido de los locos del serrallo.
El resto es intuición. Si la noticia
se ofrece en la metáfora, maestra
llave de lo nombrado, la pericia
estriba en saber ver lo que se muestra.
Nos ciega una epidemia: la estulticia.
La infección era otra. Y más siniestra.
Comments