María Fernández Lago

3 de sep de 20171 min.

SER PECES

Hubo que descubrir un continente

y cruzar el océano dos veces,

nacer en una época, ser peces

en una red propicia al accidente.

Hubo que someterse a un llanto ausente,

fracasar, condenarse en otros jueces,

para rememorar la paz, con creces,

de ser uno en el dos conscientemente.

El encuentro que fue gracias a un cielo

que dibuja los mapas y las rutas,

las vías y las sendas absolutas,

recreó el simulacro del pañuelo.

Sin las explicaciones de otra ciencia:

¡qué bien le sale a Dios la coincidencia!

#sonetos

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