Me gustas en tu ausencia porque ya no te oigo
y te adueñas de WhatsApp y me hago la sorda.
Mereces el silencio y una buena afonía
y una buena factura de Amena o Telefónica.
Comes todas las cosas que conservo y te llenas
sin reponer las cosas en conserva (es mi karma)
y después te da sueño y la calma yo pierdo
y pierdo la paciencia viendo Pasapalabra.
Me gusta cuando sales y te olvidas las llaves
y estás como buscándolas –de tu suerte te quejas.
Estás algo teniente y apenas a oírme alcanzas
decirte desde lejos: “¡Están donde las dejas!”.
Déjame ya tranquila, vete a dar una vuelta,
hazte con un desierto y una escoba o cepillo,
vete a lavar el coche, lleva de paso el mío
y le llenas el tanque de gasoil: es sencillo.
Me gustas en tu ausencia porque así no te oigo.
Reconquisto el sofá y me hago la muerta
cuando escucho que vuelves y me quitas el mando
de la tele y sonríes por las cosas pequeñas.
Comments